En ocasiones puedo llegar a ser fría como el hielo y dura como una piedra, pero la verdad que a veces no me siento así, a veces siento que a esa piedra le dan tantos golpes, que llega un momento en que se rompe y sólo quedan pequeños trozos y polvo, y eso nadie lo ve, si no que lo toman con indiferencia, algo normal, porque saben que esa piedra rota se pegará poco a poco y volverá hacer una piedra, pero más débil y por dentro aún hecha añicos.
En otras ocasiones esa piedra tiene que ser fuerte y a veces darle con ella a esa persona que juega a darle golpes, y puede llegar a doler más si es que quieres a esa persona, pero te das cuenta que la vida es así, que no es el sol el que gira alrededor de la Tierra, que es al revés y que muchas veces o jodes o te joden, por eso hay que seguir adelante dura y fuerte como una piedra.
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