sábado, 23 de junio de 2012

23.

Aún recuerdo el día que te conocí, la impresión que me diste, y luego poco a poco me fui fijando en ti, en como eras, tu forma de hablar, tus gestos, tu voz, lo más que me impresionó al conocerte, ya que era grave, luego me fui a costumbrando, te fui cogiendo cariño, conociéndote en silencio, riéndome de tus tonterías, escuchando tu música. Luego cuando salía te buscaba en las fiestas y me quedaba mirándote, y la adrenalina de sólo verte me volvía loca, no necesitaba ni drogas ni alcohol, sólo a ti y la música que sonaba a nuestro alrededor, y entonces me fui a costumbrando a verte, y cuando no lo hacía me sentía vacía, pero poco a poco aparecías menos, y también me acostumbré, empecé entonces a apreciar esos momento cuando te veía, esos momentos que me hacían temblar las piernas, y sentir en el estómago como corrían miles y miles de elefantes, y no tener la suficiente valentía como para mirarte, si no mirar al suelo, y hacer como si no te conociera, y así casi siempre, y cuando hablaba contigo se me cruzaban las palabras, no sabía que decía, en fin... luego llegó el día en que pensé, "esto es imposible, hay más personas en el mundo, y tengo que vivir la vida", pero me equivoqué, porque no puedo si no es contigo, sólo plantearme besar otros labios que no sean los tuyos me producen náuseas y no paro de recordarte, no creo que esté enamorada, ya que es una palabra con mucho significado, que no sabré hasta que lo encuentre de verdad y esté segura, pero ahora sólo sé, que esto es lo que siento por ti, y que no me importa esperar, aunque sé que nunca vendrás, pero prefiero estar sentada, que engañar a mis sentimientos, porque yo a la persona que quiero ahora mismo es a ti, solamente a ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario