Una vez que empieces a correr, no mires atrás, dejate llevar hacia delante, no pienses, siente el viento en tu cara, y llega hasta tu límite, hasta tu meta.
Y cuando llegues, parate y mira hacia atrás, todo lo que has superado, todos los baches que has podido atravesar, y ríete de todo eso, porque lo has conseguido, porque puedes, porque ahora eres más fuerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario